Cortamos las naranjas en rodajas
finas, creando círculos. Se le da una a cada uno de los alumnos. Después, se les
pide que piensen cómo pueden convertir su círculo de naranja en circunferencia
(separando la piel sin romperla).
Posteriormente, se comen el
círculo de naranja y ponen a secar la circunferencia que han obtenido con la
piel. Cuando estén secas se puede crear
un mural con esas circunferencias de cáscara de naranja.
No hay comentarios:
Publicar un comentario